Su gran autonomía de hasta 700 kilómetros en ciclo WLTP es uno de los puntos fuertes del nuevo Volkswagen ID.7. La primera berlina eléctrica de la marca alemana, dentro del segmento de la clase media-alta, destaca por su excepcional eficiencia, y en su consecución ha desempeñado un papel fundamental la aerodinámica.
Desarrolladores y diseñadores de Volkswagen han colaborado estrechamente y se han empleado a fondo tanto en las simulaciones virtuales por ordenador como en el túnel del viento para obtener un coeficiente de resistencia aerodinámica de tan solo 0,23.
Un minucioso trabajo aerodinámico llevado hasta el último detalle
En berlinas como el Volkswagen ID.7, el valor del coeficiente de resistencia viene determinado en un 50% por la carrocería, un 30% por las ruedas, un 10% por los bajos y otro 10% por las aberturas funcionales que sirven para dirigir el aire hacia los radiadores. Vamos a ver cómo ha optimizado Volkswagen cada uno de estos apartados.
La aerodinámica del nuevo ID.7 se aprecia especialmente en la vista de perfil. Su silueta revela detalles como el bajo frontal, la fluida transición hacia el capó y el parabrisas, la forma del techo, similar a la de un coupé, y la zaga afilada.
El Volkswagen ID.7 tiene unos bajos casi completamente cerrados, con pequeños spoilers y paneles embellecedores que guían el flujo de aire.
En el frontal, los nuevos spoilers de las ruedas delanteras guían el aire por debajo del vehículo sin apenas turbulencias. Por su parte, las cortinas de aire a los lados del parachoques delantero dirigen el aire alrededor de la parte delantera del vehículo. Además, el ID.7 controla activamente el flujo de aire para reducir la resistencia aerodinámica mediante una persiana en el radiador que sólo se abre cuando es necesario refrigerar las unidades de potencia y la batería.
El diseño de las llantas es fundamental en el desempeño aerodinámico de los coches eléctricos, y por eso Volkswagen ha optado en este caso por un diseño más cerrado.
Las taloneras laterales ensanchadas impiden que el aire fluya hacia la zona de los bajos y los neumáticos traseros. Por último, la eficiencia aerodinámica está garantizada por el cuidado diseño del portón trasero, del difusor y de los bordes de separación laterales.
De las simulaciones por ordenador al túnel de viento
El trabajo de diseño aerodinámico del Volkswagen ID.7 comenzó con las simulaciones por ordenador. A lo largo de muchos meses miles de procesadores calcularon los valores del flujo de aire para detalles como los tiradores de las puertas enrasados.
Solo cuando el diseño virtual se mostró estable el ID.7 pasó a afinarse en el túnel del viento. En un principio se utilizaron modelos de arcilla a tamaño real sobre el que se realizaron modificaciones con una precisión milimétrica. Más adelante, con la ayuda de las piezas prototipo de la impresora 3D se probaron numerosas variantes, por ejemplo, para los retrovisores exteriores de forma aerodinámica.
El resultado de este minucioso trabajo son unas propiedades aerodinámicas extraordinarias, con un coeficiente de 0,23 que es el mejor de toda la familia ID. de Volkswagen.