Los motores eléctricos de los modelos Audi basados en la Plataforma Premium Eléctrica (PPE) se producen en el centro de producción que la marca de los cuatro aros tiene en Győr (Hungría). Por el momento los nuevos propulsores se utilizarán en el nuevo Audi Q6 e-tron, que completa su proceso de producción en Ingolstadt.
Para dar respuesta a la demanda de motorizaciones eléctricas, Audi ha implementado tres nuevas líneas de producción en la que ya es la mayor planta de sistemas de propulsión del mundo. En Győr, la marca alemana ocupa una superficie total de unos 15.000 metros cuadrados en los que también se producen los componentes del estator y la transmisión, además de ensamblar los ejes en un proceso que requiere más de 190 pasos. Con una plantilla formada por unos 700 empleados especializados, la capacidad de producción alcanza los 2.000 motores eléctricos al día.
El objetivo es seguir aumentando la capacidad de fabricación de motores eléctricos para futuros modelos. Un ejemplo lo encontramos en la transmisión. A diferencia del Audi e-tron, para los modelos con plataforma PPE es fabricada por Audi directamente en la planta húngara.
Tecnología punta al servicio de los mejores propulsores eléctricos
La fabricación de los sistemas de propulsión de los modelos basados en la plataforma PPE requiere un trabajo de precisión y tecnología punta. El inicio de la producción de motores para la plataforma PPE ha requerido una formación específica de la plantilla. Cada empleado ha recibido unos 20 días de formación en los nuevos procesos. Y eso pese a que ya contaban con una amplia experiencia en la fabricación de propulsores eléctricos. Más de 5.000 unidades han salido de la planta de Győr desde 2018.
Características del sistema de propulsión para la plataforma PPE
El nuevo sistema de propulsión para modelos Audi basados en la Plataforma Premium Eléctrica (PPE) consta de tres componentes principales: motor eléctrico, electrónica de potencia (inversor de modulación de ancho de pulso) y transmisión. Los tres han sido diseñados para ser escalables y más compactos. Como consecuencia, los nuevos motores eléctricos requieren un 30% menos de espacio y pesan en torno a un 20% menos. La relación peso-potencia del sistema de propulsión eléctrica PPE es aproximadamente un 60% superior a la de los sistemas de propulsión eléctrica de primera generación.
Otra ventaja significativa de los motores eléctricos rediseñados es su eficiencia. A ello contribuyen principalmente un nuevo bobinado de horquilla en el estator, semiconductores de carburo de silicio en el inversor de modulación de ancho de pulso y una bomba de aceite eléctrica en la transmisión.
La nueva refrigeración directa de los motores eléctricos con aceite mantiene los componentes en el rango óptimo de temperatura.
La tecnología de 800 voltios utilizada en las baterías PPE no sólo ofrece un alto rendimiento y tiempos de carga cortos. También reduce el espacio de instalación, el peso y el consumo de materias primas. Otra ventaja es la menor pérdida de calor, lo que reduce las necesidades de refrigeración.