Audi y sus socios Reiling Glas Recycling, Saint-Gobain Glass y Saint-Gobain Sekurit están trabajando este año en un pionero proyecto piloto con el que quieren convertir las lunas de automóviles dañadas en material reutilizable. El objetivo es ambicioso: utilizar este tipo de material reciclado en las lunas y ventanillas del Audi Q4 e-tron.
Este innovador ciclo cerrado de materiales puede dividirse en cuatro fases:
- Las lunas usadas se trituran para convertirlas en pequeños trozos de vidrio.
- Se eliminan todas las impurezas, como los restos de adhesivo.
- El granulado de cristal resultante se funde y se convierte en un nuevo panel de vidrio.
- Con el nuevo panel de vidrio reciclado se fabrican nuevas lunas.
Menos emisiones, menor huella ecológica
Con el reciclaje de vidrio Audi ahorra energía y materia prima en la fabricación de ventanillas. Además, el proceso de reciclaje emite hasta un 30% menos de dióxido de carbono que la fabricación de cristal nuevo.
En la actualidad, las lunas que ya están demasiado dañadas para poder ser reparadas suelen acabar reciclándose para la fabricación de botellas y materiales aislantes. El proyecto de Audi investiga métodos de reciclaje, calidad y fiabilidad que permitan conservar la calidad del vidrio. Porque el vidrio para automóviles tiene que cumplir los requisitos más estrictos para garantizar la seguridad en caso de colisión.
La estrategia de economía circular de Audi
Este plan forma parte de la estrategia de economía circular de Audi, cuyo objetivo es conservar los recursos y reducir el impacto medioambiental de toda la cadena de valor. La compañía tiene en cuenta la utilidad de sus productos a lo largo de todo el ciclo de vida y, en la medida de lo posible, reintroduce en el proceso de producción las materias primas que ya no se utilizan.
Por ejemplo, los desechos de aluminio del taller de prensado de Audi llevan formando parte de un circuito cerrado similar desde 2017. “Nuestro objetivo es utilizar materiales secundarios en todos los lugares donde sea técnicamente posible y económicamente razonable hacerlo. Estamos trabajando para formar circuitos cerrados con la introducción de materiales a los que tenemos acceso directo”, explica Marco Philippi, responsable de Estrategia de Compras.
El proceso de reciclaje
Vamos a repasar el proceso más en detalle. El proyecto piloto de reciclaje comienza en algunos concesionarios de la red de distribución del Grupo Volkswagen en los que se recogen las lunas que están demasiado dañadas para poder ser reparadas.
En el siguiente paso las lunas estropeadas se entregan a Reiling Glas Recycling, donde se someten a un proceso de trituración. Utilizando imanes, separadores de metales no férreos, unidades de extracción y unidades electro-ópticas de clasificación, la compañía separa los materiales que no son de vidrio: las capas de plástico PVB (butiral de polivinilo), los bordes de las ventanas, los metales y cables como los utilizados en los sistemas de calefacción o de la antena.
A continuación, Saint-Gobain Glass lo convierte en paneles de vidrio de unos 3×6 metros cada uno. Para lograr un resultado lo más puro y homogéneo posible, el vidrio granulado se clasifica por tipos en función de su origen y color. Saint-Gobain Glass mezcla entonces el reciclado con elementos como arena de cuarzo, carbonato de sodio y tiza, los componentes básicos del cristal. Actualmente, la proporción de reciclado con respecto a otros materiales varía entre el 30 y el 50%, pero existe un amplio potencial de mejora.
Por último, Saint-Gobain Sekurit convierte los paneles en lunas para automóviles mediante un proceso adicional.